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Podcast / Bacardí y el origen del ron cubano

¿Sabes qué tienen en común un «cubata», una receta secreta, y el presidente Roosevelt, con un capitán de Napoleón, un murciélago, y poderes mágicos? Esta semana te voy a contar la historia de Bacardí y el origen del ron cubano.

Bacardí es el apellido de su creador, Facundo Bacardí Massó. Nació en Sitges, Barcelona, en el año 1814. Entre 1828 y 1832 emigró a Santiago de Cuba junto a su familia. Los hermanos Bacardí, jóvenes, solteros y ávidos de riquezas, iban con la idea de trabajar para hacer fortuna y así regresar a España cuanto antes.

Desde su llegada en Santiago, Facundo y sus hermanos trataron de hacer valer sus habilidades comerciales y probaron suerte en varias iniciativas empresariales.

Retrato del fundador, Facundo Bacardí Massó
Retrato del fundador, Facundo Bacardí Massó

En agosto de 1843, con casi 30 años, Facundo se casó con Amalia Lucía Victoria Moreau. Amalia era hija de una emigrante franco-haitiana y de un capitán de Napoleón, formando así la estirpe de los Bacardí Moreau. Ese mismo año Facundo establece con Juan Carbonell y Bory una tienda de mercancías varias y poco después, abren una mercería.

Después de un temblor en 1852, Cuba quedó devastada y Facundo tuvo que cerrar el negocio y declararse en quiebra. Es en este periodo donde la vida de Facundo se cubre de misterio. Cuenta la leyenda que a finales de los años 50, del siglo XIX, se convierte en consignatario de las goletas que viajaban entre Santiago de Cuba y las islas del Caribe.

Su pequeña oficina, tenía una ventana que daba a la bahía y un día subió a bordo de una de las goletas –La Esperanza  rumbo a la isla francesa de La Martinica. Era octubre cuando llegaron a la isla y un ciclón empezó a barrer el Caribe. La nave tuvo que esperar a que pasará el mal tiempo y, mientras tanto, Facundo Bacardí empleo su ocio en beber el ron pendenciero que se vendía en las tabernas del puerto.

Goleta de 1850
Goleta de 1850

Una noche de borrachera, Facundo se hizo amigo de un francés rubio y refinado. Le prometió un sitio en La Esperanza para trasladarlo a Santiago, de donde el viajero debería partir hacia Francia. Y así el día de regreso, pasado el ciclón, le dejo embarcar con sus dos maletas.

El francés llevaba en las maletas unos buenos litros de ron dulzón y mucho más suave que el ron jamaicano que bebían los santiagueros. La amistad se afianzó y mientras el francés esperaba la salida del barco que lo llevaría a Marsella, se alojo en la casa de Facundo.

El día anterior a su partida, cuando apuraban la última garrafa de ron, el francés le confeso a su amigo catalán que su oficio era vinatero y, en prueba de agradecimiento, le confesaría la formula secreta para fabricar aquel ron suave y fino, fuerte y agradable a la vez, con el que podría adueñarse del mercado de Santiago de Cuba. Esta es la leyenda que da origen a la misteriosa fórmula del ron Bacardí, pero volvamos a la historia. 

En 1860, en Santiago de Cuba, sólo había cuatro alambiques funcionando con fines comerciales que generaban un aguardiente peleón y agresivo al paladar. El ron, lo traían de la vecina Jamaica. En 1862, José y Facundo Bacardí junto con el francés José León Bouteiller, compraron uno de estos alambiques y supuso el nacimiento oficial de lo que sería la fábrica de ron Bacardí.

Ese primer año, Doña Amalia descubre que una colonia de murciélagos habita la destilería y le propone a su marido que este animalito sea la marca de Bacardí. Los murciélagos tenían un gran significado para los Tainos, los originarios pobladores de Cuba, que creían que traían salud, fortuna y unidad familiar. Era además una gran idea teniendo en cuenta al alto nivel de analfabetismo en el siglo XIX, el nuevo ron necesitaba un símbolo fácilmente reconocible.

Evolución de la marca del murciélago hasta la actualidad
Evolución de la marca del murciélago hasta la actualidad

En 1868, sólo seis años después de que la empresa se estableciera, Cuba empezó la primera de sus tres guerras de independencia contra España. Rápidamente el duro aguardiente que se obtenía de los alambiques adquiridos empieza a mejorar su sabor, en virtud de las mezclas paulatinas y los añejamientos que lo convierten en ron. Al mismo tiempo, los Bacardí y Bouteiller dejan envejecer en barriles de roble cierta cantidad de aguardiente puro durante doce años dando lugar al primer ron genuinamente cubano: el cotizadísimo Bacardí 1873 o Extra Seco, sin ningún tipo de mezclas.

Apenas un año después, justamente el 10 de Noviembre de 1874, su hermano José Bacardí, hasta entonces socio principal de la empresa, decide abandonar un negocio que rendía muy poco y exigía mucha paciencia. En diciembre, el otro socio, el francés Boutellier también abandona y deja a Facundo como único dueño de la fábrica que en doce años sólo había dado pérdidas. Es entonces cuando el viejo Facundo, decide fundar su propio clan.

El último día de aquel año 1874, don Facundo convocó a sus hijos Emilio y Facundito Bacardí Moreau y, con tono ceremonioso, creó el consorcio Bacardí-Moreau. Les confió el secreto del vinatero francés y les exigió que aquella fórmula, así como las acciones de la empresa sólo podrían pasar de padres a hijos. Este ritual seguro que te recuerda al que ya te conté que hacía la familia propietaria de la marca Codorniú.

Don Facundo Bacardí y Masó, murió el 9 de mayo de 1886, con setenta y cuatro años, y habiendo pasado más de cincuenta en Santiago de Cuba. Pero curiosamente su legado estaba más vivo que nunca.

Muy pronto se difundieron por toda Cuba las noticias sobre un nuevo ron que era suave y sorprendentemente bebible. La mitología del murciélago también ayudo. La noticia del murciélago de Don Facundo se propago paralelamente a la fama de sus rones. El murciélago –como dieron fe los cronistas locales– confirió a su producto buena fortuna y poderes mágicos añadidos.

La tercera de estas guerras, conocida como la Guerra de Independencia de Cuba, empezó en 1895. Transcurridos tres años de guerra, el USS Maine (un buque estadounidense) se hundió en la costa de Cuba, escalando el conflicto y convirtiéndose así en la Guerra entre España y Estados Unidos.

El apoyo de Estados Unidos a Cuba originó una gran afluencia de soldados a la isla. Una de las brigadas de voluntarios llamada The Rough Riders (Jinetes Ásperos) estaba liderada por el que se convertiría en el Presidente de Estados Unidos Theodore Roosevelt.

El hundimiento del buque americano USS Maine convirtió la guerra entre EEUU y España. A la derecha, brigada de voluntarios llamada The Rough Riders
El hundimiento del buque americano USS Maine convirtió la guerra entre EEUU y España. A la derecha, brigada de voluntarios llamada The Rough Riders

En 1898 fue inventado el famoso cóctel Daiquiri, hecho con zumo de lima, azúcar, hielo picado y Bacardí Superior. No te voy a negar que fue un acierto, pero más importante fue cunando en 1900 los soldados americanos celebraron la victoria contra España mezclando Bacardí y Coca-Cola, y de ahí surge el famoso Cubalibre. Los lanzamientos de nuevos cócteles, que se ponían de moda en todo el mundo, eran un excelente vehículo publicitario.

La entrada en vigor de la ley seca en EE.UU. en enero de 1920, no hizo sino beneficiar a la marca.  Ésta dirigió su posicionamiento en Norteamérica hacia el concepto de Cuba como un lugar paradisiaco donde el sediento americano podría apagar su sed a base de Daiquiris, Mojitos, Cubalibres…todos hechos con Bacardí, por supuesto.

Cuba abría sus puertas y sus bares a miles de turistas americanos; al poco tiempo, en 1930, se construiría uno de los primeros rascacielos de La Habana y el más alto de su época: El Edificio Bacardí. En sus bajos estaba el Bar Bacardí, una joya ArtDecó a la que acudían todas las celebridades nacionales e internacionales de la época.

Edificio Bacardí, el primer rascacielos de Cuba, construido entre 1920 y 1930
Edificio Bacardí, el primer rascacielos de Cuba, construido entre 1920 y 1930

En 1936, superada la ley seca, Bacardí da un golpe mediático pidiendo a la Corte Suprema de Nueva York la obligación para los bares de que, cuando se pidiera un “Cóctel Bacardí” (zumo de lima, un toque de granadina y ron Bacardí), debían elaborarlo con ron de esta marca; ya que habían detectado que muchos bares ponían ron de otras marcas más económicas en la mezcla que lleva su nombre.

La Corte Suprema les dio la razón y Bacardí aprovechó toda la cobertura de prensa para hacer una enorme campaña de comunicación y publicidad en torno a la noticia; It’s your right! Nothing can replace Bacardí era el claim, o Your rights are now legally protected!.

Primeras campañas publicitarias de Bacardí
Primeras campañas publicitarias de Bacardí

Tras esos años de bonanza, las amenazas del Gobierno de Fulgencio Batista crecieron durante las décadas de 1940 y 1950. Por eso los ejecutivos de la compañía a salvaguardar la propiedad intelectual, la fórmula secreta y la levadura propia vital para hacer el ron Bacardí, sacándola fuera de Cuba.

Estas precauciones ya se habían tomado cuando, el 13 de octubre de 1960. El nuevo Gobierno Revolucionario de Cuba aprobó la Ley 890, nacionalizando las principales industrias y poniendo fin a la propiedad privada en la isla. 

El 14 de octubre, los responsables del ejército del régimen cubano se dirigieron a la oficina de ventas de Bacardí en la Habana. Con un documento de una sola página, se hicieron con el control de la compañía cubana. Pero habían cometido un error garrafal, y las repercusiones se mantienen en la actualidad. Los militares se dirigieron al edificio equivocado y a la ciudad equivocada, la Habana. La sede central de Bacardí e instalaciones de producción estaban situadas en Santiago, al otro lado del país. Los responsables de la toma de Bacardí tuvieron que tomar un avión para llegar a Santiago. Esto dio a Bacardí 24 horas para destruir toda la levadura. Ésta proporciona al ron su sabor suave y consistencia. Al hacerlo previnieron que cualquier otro pudiera fabricar ron Bacardi en Cuba.

Bacardí ya tenía operaciones establecidas en otros cuatro mercados –Estados Unidos, México, Puerto Rico y las Bahamas– y las marcas registradas y la levadura Bacardí ya estaban a salvo fuera de Cuba antes de que las fuerzas revolucionarias se hicieran con el control. Esta previsión salvó tanto a la compañía como al ron.

Evolución de la botella de Bacardí
Evolución de la botella de Bacardí

Bacardí operó como cinco compañías independientes durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX. A principios de 1990, se unieron bajo el nombre de Bacardí Limited.

En 1992 adquirió la italiana Martini & Rossi, además posee las marcas del vodka Grey Goose, el whisky Dewar’s y la ginebra Bombay Sapphire, entre otros.

Ahora Bacardí es la tercera compañía mundial de bebidas alcohólicas, por detrás de Diageo y Pernod Ricard. Una multinacional con sede en Bermudas que sigue siendo casi enteramente propiedad de la familia. Su actual presidente es Facundo Bacardí, tataranieto del fundador, nacido en EE.UU. y que se considera más norteamericano que cubano.

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Fuentes

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