Acumbamail y el origen del Newsletter
Bs 04x14 · 25min. · 11/03/19
Bs 04x14 · 25min. · 11/03/19
¡¡Comendamos!! Cuando indagamos cómo surgió el newsletter, tenemos que echar la vista atrás en el tiempo para saber cómo surgieron los primeros “boletines informativos”. Hay que remontar casi 3.000 años. Las autoridades de Tebas estaban preocupadas por un esclavo que había cometido un delito y se había fugado. Así que ofrecieron una cuantiosa recompensa para quien lo apresase.
Esta preocupación quedó plasmada en un papiro que circuló por la capital de Egipto como aviso para sus ciudadanos. El Papiro de Tebas (que es como pasó a la historia) es la acción de marketing más antigua que se conoce.
Los babilonios, que eran unos grandísimos comerciantes, anunciaban sus productos en unas tablillas de arcilla marcadas con una escritura cuneiforme. En occidente, Julio César narraba al pueblo romano sus hazañas en las campañas de las Galias mediante textos tan épicos como propagandísticos. Mientras en oriente, la dinastía Tang informaba al pueblo chino de lo que sucedía en su territorio con un folletín de noticias.
Las limitaciones eran más culturales que tecnológicas hasta que en 1450 apareció Gutenberg con su imprenta de tipos móviles y lo cambió todo. La cultura encontró el vehículo perfecto para expandirse por todo el mundo y proliferaron no sólo los libros, sino también volantes, folletos, periódicos y boletines.
Las décadas siguientes fueron las de las primeras fundiciones de tipos y los grandes tipógrafos. Los Jenson, Garamond, Bodoni o Granjon, dieron paso los Didot, Caslon, Baskerville y muchos otros diseñadores de tipos. Ellos burilaron letra a letra la legibilidad de los textos que se publicaban y dotaron de una belleza gráfica que enriquecía su contenido. Los libros eran valiosos por su contenido y por su diseño.
La información era poder, Martín Lutero se dio cuenta de ello y llenó Alemania de boletines negando la jurisdicción del Papa sobre la cristiandad. Quería volver al cristianismo primitivo. Como sabéis, éste movimiento se conoció como Reforma Protestante y terminó causando un cisma en la Iglesia Católica. Cuando la reforma saltó a Inglaterra lo hizo acompañada de un fortísimo conocimiento de las técnicas de impresión. La consecuencia de ellos es que dejó un maravilloso legado de fundidores, tipógrafos e impresores ingleses.
Uno de los herederos de aquella tradición inglesa, aunque nacido en EEUU, el impresor Bartholomew Green. Un día recibió el encargo de imprimir unas cartas semanales con noticias que aparecían en las revistas londinenses. El trabajo iba a ser costeado por el gobierno británico.
El objetivo era mantener informadas a las colonias británicas de Norteamérica de la actualidad Inglesa. Las copias de estas cartas serían aprobadas por el gobernador de Nueva Inglaterra y tendrían una tirada limitada. El editor y padre de aquella genial idea fue el escocés John Campbell.
Campbell era un cartero y librero de Boston que llevaba un año enviando semanalmente “boletines informativos” de todo lo que sucedía en Europa al gobernador de Nueva Inglaterra. Era una página tamaño A3 (más o menos) e impresa por las dos caras. Campbell pensó que podría hacer un News-Letter similar para las colonias británicas en EEUU y llevó a cabo su idea.
Bartholomew Green aceptó el encargo y el 24 de abril de 1704. Al hacerlo, pasó a la historia por ser el impresor de ‘El Boston News-Letter’, considerado el primer periódico de Norteamérica.
Seguro que os suena el nombre de Benjamin Franklin. Durange 1734, otro ciudadano de Boston, el exitoso impresor Benjamin Franklin, comenzó a publicar el ‘Almanaque del pobre Richard’ para promocionar su imprenta. Lo hizo imprimiendo predicciones meteorológicas, recetas y consejos que alcanzaban las 10.000 copias al año.
Pero el uso de boletines informativos como herramienta de marketing de contenidos no era algo puntual. En 1882, un boletín de la compañía Edison ayudó a difundir los beneficios de la iluminación eléctrica. En 1888, Johnson & Johnson lanzó la publicación ‘Métodos modernos de tratamiento de heridas antisépticas’, con información valiosísima para comunidad médica. Justo en 1900, Michelin lanzó la mítica Guía Michelin. Una publicación que ayudó a miles de conductores a mantener sus coches en buen estado y a encontrar alojamiento durante sus viajes.
Michelin inició la senda de un éxito que otras empresas también quisieron caminar. Las marcas querían su propio boletín. A lo largo de la primera década del siglo XX ya había boletines informativos que cubrían cientos de temas, desde negocios e industrias de lo más variopintas, agricultura, moda… un ejemplo es el de ‘The Kiplinger Letter’, que hacía pronósticos financieros.
Según avanzaba el siglo XX, la informática y sobre todo los ordenadores fueron cambiando nuestras vidas y… los boletines informativos. El Departamento de Defensa de Estados Unidos creó ARPANET, cuyo naming responde a las siglas de Advanced Research Projects Agency Network. Era una red que conectaba varios ordenadores del departamento para agilizar la comunicación interna. El 29 de octubre de 1969 el mundo cambió porqué se envió el primer mensaje desde un ordenador a otro ordenador dentro de ARPANET.
La comunicación instantánea era algo tremendamente cómodo, por eso en 1971 Ray Tomlinson recibió el encargo de desarrollar un sistema de correo electrónico para ARPANET. Pronto vio que la red de ordenadores era muy compleja y se enfrentó a un problema ¿cómo indicaría a qué ordenador iba dirigido cada mensaje?… Tomlinson encontró una respuesta magistral. Primero escribió el nombre del usuario y después el del ordenador (servidor) y los separó con el símbolo de la arroba. Señoras y señores, había nacido el correo electrónico.
Después vino una de las acciones de marketing más arriesgadas y lucrativas de la historia de la mercadotecnia. La historia es curiosa, veréis. Buena parte de los equipos de ARPANET eran de la marca DEC (Digital Equipment Corporation) y llevaban tiempo sin comprar ordenadores de esta compañía. El director de marketing de DEC, Gary Thuerk, estaba como loco por vender sus nuevos “miniordenadores” DECSYSTEM 2020. Thuerk no tenía forma de llegar a los desarrolladores de ARPANET, ni por teléfono, ni por correo postal… así que decidió usar el email. Thuerk pensó que sería mejor pedir disculpas que permiso. Este mismo pensamiento ha dado origen a muchas empresas de éxito.
Según explica el propio Thuerk, buscó en un directorio impreso las direcciones de los usuarios. Después subrayó 400 nombres y se las pasó a su jefe de producto, Carl Gartley. Éste las escribió una por una en el sistema de correo, y finalmente Thuerk escribió la siguiente invitación:
“Digital Equipment Corporation hará una presentación de producto de los nuevos miembros de la familia DECSYSTEM-20. […] Esta familia de computadoras ha evolucionado el sistema operativo Tenex y la arquitectura de computadoras DECSYSTEM-10. […] Ambos ofrecen soporte completo de ARPANET bajo el sistema operativo Tops-20. […] Te invitamos a ver el 2020 y a escuchar más información sobre la familia DECSYSTEM-20 en las dos presentaciones que haremos este mes en California. […]”.
Si tenemos en cuenta que cada DECSYSTEM-20 costaba 150.000$, las ventas de Digital Equipment Corporation se dispararon hasta la friolera de 13 millones de dólares. Con esta acción, Gary Thuerk escribió una nota al pié en la historia de internet como “creador del newsletter y padre del SPAM”.
La captación de suscriptores para crear listas de correo a las que enviar newsletters, es una de las técnicas más efectivas del marketing online. Los profesionales del marketing pueden medir las tasas de apertura, clics y cientos de datos que les ayudan a perfeccionar y mejorar sus campañas por correo electrónico. Además satisfacen las necesidades de sus audiencias y las de sus clientes. De hecho, con la primera década de los 2000, llegaron las primeras empresas y herramientas especializadas en email marketing.
En España tenemos el ejemplo de Acumbamail, una completísima herramienta de email marketing cuyo origen nada tiene que envidiarle a las startups californianas.
Nuestro Palo Alto particular es Ciudad Real y nuestros emprendedores son Ignacio Arriaga, Rafa Cabanillas, Miguel Gómez (programadores los tres), el diseñador Carlos Hervás y David Carrero, como asesor. Ignacio, Rafa y Miguel (los programadores) en 2010 crearon la primera plataforma de crowdfunding de España: lanzanos.com.
Dos años después la vendieron y pensaron en un modelo de negocio estuviera más relacionado con sus conocimientos técnicos en programación. Además los tres tenían claro que querían que el nuevo proyecto tuviera un crecimiento orgánico desde el bootstrapping, es decir, con el mínimo de capital inicial. En lugar de invertir el dinero que consiguieron de la venta de lanzanos.com, el capital inicial de Acumbamail fue de 3.500€. Así han dado sus primeros pasos muchas pymes españolas.
La herramienta que desarrollaron (resumiendo mucho) permite a sus clientes enviar newsletters, emails transaccionales y SMS, de forma tremendamente fácil e intuitiva. Son básicamente un SaaS, con un modelo de cobro recurrente y totalmente en castellano. Lo simple es fácil y por eso es tan complicado.
Tenían que bautizar la empresa y el naming ganador fue Acumbamail. Este naming recuerda fonéticamente a “Macumba”, un instrumento africano con mucha sonoridad. En 2013 buscaron un local y arrancaron la actividad en la antigua consulta de un dentista de Ciudad Real. Dicho así suena muy bien pero realmente era muy cochambrosa. Lo siguiente era buscar clientes. Poco a poco la startup empezó a traccionar y comenzaron a llegar los primeros resultados, que eran abrumadores. Así que buscaron cómo financiarse.
Pero la búsqueda de financiación de Acumbamail no fue bien y decidieron esperar un tiempo. Mientras tanto llamaron a los pocos clientes que tenían para encontrar su nicho de mercado. Este hecho fue muy importante para porque descubrieron que uno de los principales problemas con los que se encontraban las empresas españolas al trabajar con este tipo de plataformas era la complejidad y el idioma. Así que decidieron especializarse en dar un servicio muy sencillo para pequeñas y medianas empresas, tan sencillo que pudieran hacer sus mailings ellos mismos… un self service de toda la vida, vaya.
Continuamos con la historia. En 2014 el negocio siguió mejorando y pudieron contratar a su primer empleado. Al año siguiente siguieron creciendo con mucha fuerza y se beneficiaron de la mejora de la experiencia de usuario de las páginas de marketing. Esto supuso un aumento importante de las conversiones, lo que no sólo se tradujo en un incremento de la facturación, sino que empezaron a recibir llamadas de clientes mucho más grandes: ecommerces muy potentes, grandes retailers, e incluso empresas del IBEX 35. Así que, después de todo, habían creado una plataforma que se ajustaba como un guante a las necesidades de las pymes y las empresas más importantes.
Al fin llegamos a marzo del años 2015. El ruido que estaba haciendo Acumbamail no pasó desapercibido para el gigante MailUp. MailUp es una empresa italiana muy parecida a Acumbamail pero con un volumen de clientes y de facturación mucho mayor. Para que os hagáis una idea, si Acumbamail estaba facturando 150.000€ anuales, MailUp facturaba 10 millones. Además daba la casualidad que quería expandirse hacia el mercado hispano hablante. Resumiendo, que MailUp quería comprar Acumbamail.
Por ser lectores de BrandStocker tenéis un descuentazo del 30% en Acumbamail. Durante los 3 primeros meses, en cualquier tarifa de envío de emails. Solo tenéis que entrar en Acumbamail e introducir el código BRANDSTOCKER durante el proceso de pago.
Al final alcanzaron un pacto satisfactorio. El acuerdo al que llegaron contemplaba que los tres socios fundadores seguirían teniendo buena parte de las acciones de la marca. Además la plataforma seguiría dependiendo únicamente de ellos. El resultado de esta operación se ve claramente poniendo las cifras sobre la mesa: más de 45.000 empresas usan Acumbamail. Esto les ha permitido mantener tasas de crecimiento cercanas al 100%, año tras año.
Antes de acabar, una reflexión final. El caso de Acumbamail es un ejemplo más de una startup de éxito que no ha necesitado fundarse en una gran ciudad como Madrid o Barcelona. Esto ya lo vimos en BrandStocker cuando hablamos de la marca Hawkers. Tampoco requiere de grandes inversiones económicas y demuestra el carácter emprendedor de tres manchegos que, a base de esfuerzo, tenacidad y horas de trabajo han levantado una de las empresas más relevantes de su sector. Sólo me queda una duda… ¿qué hubiera pasado si estos tres emprendedores hubiesen trabajado en ARPANET?.
Branding rules!
Bs 04x20 · 21min. · 21/06/19
Bs 04x19 · 30min. · 07/06/19
Bs 04x18 · 23min. · 24/05/19
Bs 04x17 · 22min. · 10/05/19